Thursday, March 29, 2007

La falsa crisis, el gobierno inmóvil y la oposición oportunista

Mientras demandas específicas y genéricas se suman desordenadamente, generando el espejismo de una crisis; las autoridades dan palos de ciegos y la oposición aprovecha de generar descontento social, hablando de desgobierno, crisis social y contradictoriamente del peligro de violentismo.
La crisis social es ficticia, y ésta ilusión se debe a que al descontento por el Trasantiago, que hace días ya había generado protestas por parte de ciudadanos -no violentistas, como el Gobierno y la derecha expresaron- se sumó, por coincidencia, el llamado “Día del combatiente”, que es una “celebración” que no tiene ningún fin político más que mostrar insatisfacción, y por lo tanto sin ninguna proyección en el tiempo.

Wednesday, March 28, 2007

Laboratorios farmacéuticos - Campaña del terror contra los genéricos

En Chile, los Laboratorios farmacéuticos han iniciado una campaña del terror en contra de los medicamentos genéricos, cuyo costo, lo pagarán los propios consumidores.
Actualmente, las tres principales cadenas de farmacias (Ahumada, Cruz Verde, Salco Brand) han iniciado una guerra sucia contra su nuevo competidor, la cadena del doctor Simi.
La campaña del terror la han hecho a través de los medios, cuestionando la calidad de los medicamentos -todos genéricos - que vende Simi, y esencialmente generando miedo entre los consumidores.
En una medida desesperada al parecer, Farmacias Ahumada, anunció que por la compra de un genérico, el cliente se lleva otro igual, por sólo un peso.
¿Cuál es el objetivo de las industrias farmacéuticas de boicotear la producción y venta de medicamentos genéricos en Chile? Claramente no es el bienestar ni la salud de las personas.
Las industrias farmacéuticas, ubicadas en su mayoría en el mundo desarrollado, continúan operando bajo una lógica mezquina y egoísta, acaparando conocimiento, tecnología, recursos, y simultáneamente restringiendo el acceso a medicamentos prioritarios y de primera necesidad a un número importante de ciudadanos en todo el mundo, especialmente a aquellos ubicados en el mundo subdesarrollado.
Sería bueno considerar que más del 80% de la producción mundial de medicamentos se consume en los países ricos y que las compañías farmacéuticas obtienen la mayor parte de sus ganancias en el mundo industrializado.
Un medicamento patentado, tiene un precio elevado porque su dueño tiene el monopolio del mercado con respecto a la fabricación de dicho remedio, pues nadie más lo puede producir, ni distribuir, ni imitar, ni copiar. Es decir, en sus manos está la salud de millones, a su conciencia queda la vida de muchos en cada oleada de producción.
Por otro lado, aquellos medicamentos que han perdido el monopolio de su patente, se denominan Genéricos, se producen bajo licencias y son idénticos a la medicina original – en cuanto a principios activos, cantidad y biodisponibilidad- con los mismos efectos en el paciente, pero a un precio extremadamente más bajo. Es decir, más accesibles para un mayor número de personas.
Egoísmo químico
Estados Unidos y Suiza, países con los principales laboratorios farmacéuticos del mundo han hecho lobby para que países con emergencia sanitaria no produzcan sus propios medicamentos.
Han mantenido las trabas legales y productivas, obligando a los países pobres y en desarrollo a comprar medicamentos originales a altos precios, ampliando el tiempo de vigencia de sus patentes para lucrar de la exclusividad en su fabricación que esto genera.
El argumento que esgrimen las industrias farmacéuticas se basa esencialmente en que la liberalización de las patentes, afectaría la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, frenando el avance científico, porque a menor rentabilidad, menores recursos para esto. Plantean que es necesario proteger los monopolios farmacéuticos para financiar la investigación sobre nuevos medicamentos, como los antirretrovirales para el VIH/sida y otras enfermedades mortales o gravísimas como la tuberculosis.
No obstante, de alrededor de mil productos introducidos al mercado en los últimos treinta años, sólo 13 han sido para enfermedades como la tuberculosis, el mal chagas o la lepra, las cuales son causantes de un número importante de muertes en el mundo.
Peor aún, y tal como ya se mencionó, la mayor parte de las ganancias provienen de remedios que se consumen en el mundo desarrollado, medicinas para el stress, la diabetes, la obesidad.
Además, la mayor parte las investigaciones centradas en enfermedades como el Sida o la tuberculosis, son hechas o financiadas por instituciones estatales.
Las patentes y las ganancias estratosféricas
Según María José Atiénzar, en Las patentes farmacéuticas y el Sur, reportó el año pasado a las farmacéuticas estadounidenses “ingresos en el exterior por 36.500 millones de dólares, sólo en concepto de regalías y derechos de patentes, más de la mitad de lo recaudado en todo el mundo”. Pfizer, es actualmente la mayor compañía farmacéutica, y se reporta 45 mil millones de dólares de rentabilidad.
Las mayores empresas multinacionales farmacéuticas, entre ellas Pfizer & Pharmacia, Glaxo Smith Kline, Merck & Co., Bristol-Myers Squibb, AstraZeneca, Aventis, Johnson & Johnson, Novartis, Wyeth y Eli Lilly, acapararon el 58,4% del mercado mundial en el 2002, alrededor de 322 mil millones de dólares en ganancias.
Vemos que aún las lógicas egoístas se siguen contraponiendo a la salud humana, de millones de ciudadanos, y vemos que las empresas farmacéuticas siguen expandiendo sus redes monopólicas.

Monday, March 19, 2007

Libertad de prensa, no para mentir

Los medios de comunicación, ya sea TV, Radio o Prensa escrita, tienen tres posibilidades para su existencia según el régimen de propiedad de los mismos-. Las dos menos democráticas; un monopolio en manos del Estado, o un oligopolio ideológico y privado. La tercera, e ideal, un régimen con diversos medios y propietarios independientes, entre ellos, el Estado.
Latinoamérica, al parecer, aún se debate entre las dos primeras opciones. En algunos casos, existe alta concentración de los medios en manos de pocos privados en oligopolios comunicacionales; en otros, hay constantes llamados de atención por parte de los gobiernos de turno, que se traducen en amenazas de estatización o cierre de algunos medios.
Ninguno de estos dos regímenes de propiedad garantiza un manejo responsable, transparente y veraz, de la información que se entrega a la ciudadanía. En ambos casos, existe alta probabilidad de mal manejo de ésta.
Debido a la concentración de la propiedad de los medios de comunicación en algunos casos; y la pugna constante por el monopolio de la información entre privados y Estado en otros, el uso de ésta se tiende a utilizar como un instrumento político, ya sea para ejercer oposición o propaganda a favor del gobierno de turno desde los medios mismos.
Como agentes socializadores, con la facultad de crear y generar valores, creencias, hábitos, opinión y conductas en los distintos estamentos de la sociedad, los medios pueden ejercer influencia en pro de su cohesión o en contra de ésta. Aquí radica la responsabilidad social de los medios, que se rompe con el mal uso de la información.
Las polémicas surgidas en Venezuela, Bolivia y Chile muestran los dos extremos de ésta situación en forma ejemplar.
Chávez y Morales son frecuentemente acusados de amenazar la libertad de prensa o de querer nacionalizar, cerrar o revocar licencias de medios de comunicación, por considerar que desinforman a la ciudadanía.
Lo que ocurre en estos casos es que los medios opositores, se dedican esencialmente a desinformar a la ciudadanía, con el claro objetivo de generar desorden en las percepciones con respecto al gobierno de turno; y los medios favorables, también desinforman, al dedicarse a la propaganda. En este sentido, se entra en un círculo vicioso de la información.
La pugna entre los gobiernos y los medios, hacen que la información pierda su “pureza” y quede supeditada a la guerra de información, hecha en base a lo que le conviene a las líneas editoriales del gobierno o el medio privado.
Así, los medios denuncian amenazas a la libertad de prensa por parte del gobierno, y simultáneamente éstos últimos denuncian faltas a la verdad e irresponsabilidad en el uso de la información.
En este sentido, ambos se autocensuran, cambian la información y la estratifican, en pro de sus intereses particulares, esencialmente políticos y económicos.
En el caso de Chile, el Gobierno es cuestionado por diversos medios, por ejercer presiones, desde Cancillería, para que Televisión Nacional –el canal estatal, pero autónomo del Estado- no emita una serie donde se narra la historia de la guerra del Pacífico, que podría generar polémica con Perú. Se rompió la independencia e imparcialidad en los contenidos programáticos, pretendida en la Ley 19.132 de 1992, pero también la división entre el medio privado, el estatal, y el independiente.
En todos los casos, existe censura, presión, amenaza o intervención, independiente del régimen de propiedad que exista. Se halla un uso tendencioso de la información, que divide a quienes deben ser informados con la “verdad” y quienes deben ser informados con cualquier cosa.
Tanto los gobiernos, como los medios mismos, recurren a la censura y la presión para entregar la información que les conviene.
Así, mientras los sectores más cultos reciben información precisa y contingente, referente al acontecer de sus países, los sectores menos preparados o ilustrados son alienados con información desvirtuada o inconsistente, que no tiene ninguna incidencia en la toma de decisiones políticas o económicas.
El rol de los medios como mediadores entre la realidad y los ciudadanos se ve debilitado por esta lógica politizada de la información, que desvirtúa la esencia de ella y por lo tanto, la convierte en un medio de control y no en un elemento de decisión para la ciudadanía. Peor aún, deja a la sociedad civil en un fuego cruzado entre sus gobiernos y los medios, los pensando ¿A quién creerle?

Monday, March 12, 2007

Adiós Presidente, Bienvenido Primer Ministro

A partir de está discusión se podría generar otra mucho más profunda, que en este texto no abordaré en profundidad, haciendo planteamientos teóricos, pero que tiene relación con el tipo de régimen que queremos y necesita Chile. Y cuando hablo de régimen me refiero exclusivamente al tipo de sistema, ya sea presidencial, parlamentario o semipresidencial, que podríamos tener en el futuro.
En este sentido el debate en torno a la efectividad del régimen presidencial para permitir la gobernabilidad y la aplicación de los programas de gobierno, sea cual sea éste, se ha mantenido en círculos intelectuales cerrados, en los que la discusión termina por diluirse.
Por lo tanto, se hace necesario llevar el debate a las discusión general, a todos a quienes les interesa conocer algo más de la política y saber de qué forma están siendo gobernados.
La discusión debe plantearse para buscar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Es Chile apto para un régimen parlamentario, o semi-presidencial, similar en el primer caso al inglés, y en el segundo al francés?
A mi parecer, el segundo modo sería más probable.
** Debe tenerse claro que en Chile nunca ha existido un régimen parlamentario, para quienes quieran comenzar con ese argumento.

Algunos argumentos a favor son los siguientes:

-En el régimen presidencial es mucho más engorroso cambiar un mal gobierno. Ante un mal gobierno se debe elevar una acusación constitucional, es decir, se debe iniciar un proceso judicial para sacar al mal gobierno.

-En el régimen parlamentario o el semipresidencial, la vía para cambiar un mal gobierno es más expedita, un voto de censura efectuado con mayoría del Parlamento, automáticamente obliga a llamar a elecciones nuevamente. Es decir, hay un juicio político simplemente.

-En el régimen presidencial, es mucho más difícil llevar a cabo las políticas de gobierno, porque existe la posibilidad de no contar con mayoría en el Congreso y por lo tanto tener una oposición que impida cualquier proyecto. El Presidente queda de manos cruzadas.

-En el régimen parlamentario, por el contrario, se necesita tener mayoría en el parlamento para que el representante de la coalición asuma como primer ministro y como jefe de Gobierno. Por lo tanto, es más factible que se lleven a cabo políticas concretas.

Saturday, March 03, 2007

El Apartheid latinoamericano que avergüenza

El Banco Mundial informó que cerca de 28 millones de indígenas latinoamericanos aún viven en condiciones extremas de pobreza, sin lograr optimizar su estándar de vida a la par de los habitantes no indígenas.
Peor aún, según el informe, a pesar de los eventuales y supuestos avances en educación y capacitación, casi un 80 por ciento de los indígenas de América Latina estaría quedando excluido del desarrollo, sin acceso a servicios básicos, bajos ingresos y poco desarrollo de capital social.
Si bien el informe entrega datos que ya son sabidos, deja clara la fuerte exclusión que aún existe en torno a la población indígena con respecto a la no indígena en todo Latinoamérica y que tiene su raíz desde tiempos coloniales, cuando la población española o portuguesa, discriminaba a la población mestiza y más aún a la indígena, en la base a una clara política de segregación racial y de organización territorial. El Apartheid latinoamericano.
Dicha política hacía que los indígenas latinoamericanos tuvieran escaso acceso a tierras fructíferas, a educación, y fueran relegados a las afueras de las ciudades o al ámbito rural en una clara exclusión territorial, que impedía a los indígenas generar redes sociales amplias, organizarse y exigir los mismos derechos que la población mestiza ya comenzaba a exigir con sus afanes independentistas.
Sin embargo, la exclusión, en cuanto a educación, bienes, riqueza, tierras, servicios e información, ha continuado existiendo en casi todos los países latinoamericanos, gracias a un sistema democrático no inclusivo, estratificado y controlado por elites herederas del viejo orden oligárquico latinoamericano establecido después de la expulsión de los españoles del continente.
Tristemente, fueron las propias clases mestizas, quienes sedimentaron el modelo de exclusión que aún existe en torno a los indígenas del continente.
Quizás, lo primero fue independizarse de España, ahora falta que los indígenas se independicen de sus gobiernos actuales.
Vealo también en www.cubanuestra.nu