Thursday, September 29, 2005

23 de octubre 2004

"Es impresionante como se remece el alma, la conciencia, la pena. Es extraño percibir que el mundo aún sigue siendo crudo, egoísta, salvaje...
Quizás es mi percepción, pero siento que la conciencia justa, la que sueña algo mejor, aún puede ser revolucionaria...una conciencia capaz de entregarse a si misma por un ideal, por algo mejor...
Yo no juzgo métodos, sino intenciones, porque de alguna forma u otra, todos soñamos algo mejor...
Es tan rara la sensación, ese despertar que he ido sufriendo en este último tiempo, en qué momento comenzó, no lo sé, sólo sé y lo he comprobado, sólo sé que ahora pienso distinto, muy distinto y así veo las cosas de otro modo...algo recorre mi mente, una especie de rabia, una búsqueda de universalidad, de poder decir: esto podemos hacerlo, intentémoslo, ¡inténtalo!
Quizás estoy equivocado, pero existen tantas contradicciones, abusos, injusticias, tanta miseria, que ni siquiera la conozco, pero sé que está cerca, muy cerca, y muy lejos y todos lo olvidamos...
Siento que no puedo estar aquí para contemplarlo...quiero que mi conciencia, que se torna revolucionaria, que se radicaliza, siga viva, dándome vida, que siga luchando contra la conciencia alienada que aún persiste en mi...”

1 comment:

Muy Matrera said...

Hay tanta miseria... rodeándonos por todos lados, pero la más terrible de todas es la miseria de espíritu.