Monday, May 08, 2006

Con el cañon en la sien XIX

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
Empuje la puerta con fuerza, un pequeño sonido de arrastre pareció envolver mis oídos como si un avión pasará a través de mis orejas. Mis manos se iban congelando con el frío de la puerta y el vapor de mi boca se hacía notar con mayor intensidad a medidad que la estructura de metal me abría el paso a un habitación levemente iluminada.
Mis ojos ya estaban lo suficientemente adaptados a l luz como apreciar sin problemas el lugar al que estaba accediendo. Un reloj en la pared marcaba las 6:06 am. Estaba amaneciendo, pero en la habitación no había ventanas para que entre luz´y sólo algunas lámparas alumbraban en dirección al piso.
Camine por el frío piso, con mis pies cada vez más dormidos. Sábanas y cuerpos mezclados como si fueran una sola materia, entrelazados. Ordenados, uno al lado del otro, yacían los durmientes sin retorno. Origen y muerte, un circulo virtuoso, adornado por la oscuridad y el vapor de mi respiración.
¿A quién supuestamente había matado? Aquí estaba la respuesta. Pero, ¿Cómo encontrarla? Lo único que sabía era que se me acusaba de matar a alguien. ¿Cómo? No lo sabía.
Comencé a buscar entre los cadáveres algún rostro conocido, uno a uno. Algunos eran irreconocibles, otros parecían dormir en forma placentera. De pronto, una cabellera castaña se hacía ver por debajo de una sábana manchada con púrpura. Me acerqué con cautela, mientras el sudor en mi rostro comenzaba a molestarme para ver. Por alguna extraña razón hacía calor en el antes frío lugar. Mire alrededor, camine sigiloso y tomé la sábana y la eché hacía atrás para ver quién era la persona...
Paralizado, aquel rostro me dejó perplejo, ¿Armanda? ¿La prisionera en las afueras de la ciudad?
Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

2 comments:

Principemestizo said...

bueno continua emocionante esto, a ver si postas manana, jajajja

Anonymous said...

Creo que has vuelto a tu eje...
Emocionante como siempre...