El cañon en la sien...VII

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

Permanecí casi media hora mirando desde lejos la luz de la fogata, con una mano en el gatillo y otra con un cigarro. ¿Habría alguien cerca? No podía distinguir siluetas, sólo veía una incandescencia rojiza que me indicaba que la fogata no era pequeña. Miré mi reloj que marcaba las 4:35 am, debía apresurarme para evitar el amanecer. Ni siquiera quería que mis vecinos me vieran llegar de madrugada como siempre ocurría.

Baje del auto y comencé a caminar en dirección a la fogata, a medida que me acercaba, mi sudor se volvía frío, pero no tenía miedo, estaba ansioso, la adrenalina seguramente había agudizado mis sentidos y me sentía fuerte, así que aceleré el paso.

Al llegar, la fogata ardía hasta una altura considerable y alrededor de ésta, había algunas bolsas de basura vacías, otras ardían emanando un extraño olor. No se veía a nadie cerca.

Me acerque más a la fogata, casi tocando el fuego con los pies. La miré fijamente y me concentre en sus múltiples formas, miraba cada golpe de energía que terminaba en chispazos fugaces. Bebí las últimas gotas de mi petaca. Aprete la bolsa con dinero. ¿Era necesario botar la bolsa con aquel dinero desconocido? Ya no quería preguntas.

- Tardaste en llegar, hace rato te esperabamos. Dijo una voz casi disfónica a mis espaldas. Me quedé congelado, no quería voltear a mirar, el revólver de mi padre estaba en mi bolsillo y no era tan rápido como para sacarlo y disparar. Además, estoy algo ebrio...Un instante eterno.

Continuará...

*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.