Wednesday, March 29, 2006

El cañon en la sien...VIII

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
Congelado, tengo el cuerpo como un témpano. Cada músculo está inerte, rigor mortis en vida, estoy hecho una piedra y mi mente vuela hacía la entropía de las ideas vagas en instantes en que no debería. Sujeto fuerte el revólver escondido en mi chaqueta. Podría disparar al aire y asustar a los tipos que estaban a mis espaldas, porque al menos puede notar que era más de uno. Por qué me esperaban, era una pregunta que yo no sabía como responder, quizás había alguien que me conocía, pero hacía tiempo -4 años- que yo no salía de mi casa, excepto para ir a comprar víveres, y mi encierro se había hecho cada vez más extremo. Ni siquiera veía a mis amigos más queridos, y con mi familia había cortado relación hace años. ¿Desde cuando? No puedo recordar. Sólo sé que me habían pedido que me alejará de ellos, pero ni siquiera recuerdo el por qué. ¡Trata de recordar, trata!
Tampoco puedo recordar esa voz, quizás porque en realidad no conozco esa voz, pero hay algo en ella, algo extraño. ¿La había escuchado antes? No lo sé, mi memoria me traiciona.
No sé cuántos minutos pasaron mientras divagaba, hasta que la desconocida voz me interrumpió.
-¡Vamos, que no tenemos tiempo para tus reflexiones futiles!, dijo la voz.
-¿Quién eres? pregunté.
-¿Quién soy? respondió la voz.
-¡No respondas con una pregunta! dije con tono amenazante.
Silencio total, no hubo respuesta, a lo lejos se escuchaban algunas sirenas de las ambulancias, o quizás era la policia.
-¿Estas ahí maldito? pregunté.
Nada, no había respuesta. Caí de rodillas frente a la fogata. A través del fuego pude ver un rostro...
Continuará...
*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

2 comments:

Anita said...

Buena la historia, tienes que seguir!!
Saludos.

Anita said...

Jorge, manda al tipo a hacerse el examen a... mejor pasa por mi blog.