Cazador

Cazador de memorias

Buscando en un bosque de recuerdos

alguna presa incauta.

Cazador de ilusiones

Tempestiva visión nocturna

apuntando un rifle hecho de letras.

Cazador de sueños

perdidos en las almohadas esquizoides

manchadas con lágrimas.

Cazador de emociones

Perdidas en el aire nocturno

cubierto de bocanadas de humo.

Cazador de recuerdos

Perdidos en un libro

escrito con grafito.

Cazador de ilusiones

de tu propia memoria

libera tus recuerdos.

Cazador de pasiones

escondidas en las miradas

sepultadas por tontas vergüenzas.

Non Serviam

Con el cañon en la sien XVII

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

Un segundo disparo a lo lejos, termino por espantar a todas las aves, mientras el sol se comenzaba a afirmar en el cielo...

La libreta de apuntes tenía consignado:

Paciente de 28 años, ingresado a las 8 am, el día 6 de junio del presente, con herida a bala en el parietal derecho, con salida de proyectil.

No presenta daños en la masa encefálica ni daño neurológico. Además, presenta una Narcolepsia grave, con extraños cuadros de cataplejía agudos.

Lapsos de lucidez, sin recuerdos del sueño, catalepsia constante.

El paciente está siendo vigilado por la polícía, debido a su eventual participación en un ajusticiamiento en las afueras de la ciudad.

¿Qué era todo esto? ¿La ficha se refería a mí, yo, que estaba de pie frente a un grupo de paralizados estudiantes de medicina, cual conejillo de indias?

Los atónitos medicuchos aún no se movían. Así que decidi salir corriendo rápidamente por aquel pasillo que ya conocía. Sabía que había alguna escalera de servicio cerca, por la cual podría salir sin problemas. ¿A quién supuestamente había matado?

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

Con el cañon en la sien XVI

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

El rostro de aquella mujer lentamente se hizo visible. La luz de la fogata permitía ver de a poco las facciones de su rostro. Los encapuchados a mi alrededor parecieron retroceder algunos pasos, como si tuvieran miedo. ¡Mirame a la cara! grité fuerte otra vez.

De pronto el rostro de la mujer se hizo visible claramente, las facciones armónicas de la cara parecían competir con la luz del fuego, encandilando a todos. Era como si su rostros irradiara luz. Quizás era el efecto del alcohol, pero esa sensación tenía.

-¿Cómo te llamas?

-Armanda...

-¿Por qué estás aquí?.

-Tú lo sabes bien.

-¿Lo sé? No, no lo sé, por eso te pregunto.

- Entonces nunca lo sabrás.

Mire a los otros encapuchados, que estáticos no hacían nada. ¡Diganme ustedes! les grite. No hubo respuesta.

El fuego comenzaba a consumirse, mientras un silencio espectral invadió los alrededores del lugar. El amanecer ya estaba cerca, y una fuerte neblina comenzó a cubrir los campos alrededor. El frío comenzaba a manifestarse. Ya no tenía mi ron. ¿Alguien tiene algo para beber? Nada...

¿Dime por qué estas aquí, en esta situación? pregunte de nuevo, con tono agresivo. No hubo respuesta.

Segundos después, algunos jotes que comían alfalfa, volaron en estampida ante el sonido de un disparo a lo lejos...

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

En la Guerra, el Amor y el Juego

"En la Guerra, el Amor y el Juego, siempre puede haber dos tipos de personas, los buenos y los malos perdedores..."

Non Serviam

Con el cañon en la sien XV

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
He despertado sobresaltado, alrededor de mi cama, varias personas me observaban, tomaban nota. Al principio sólo veía manchas y escuchaba murmullos. "Ha dormido cerca de 48 horas, sin interrumpción" "¿Qué profesión tiene?" "¿Es adicto a algo?" "Al parece no tiene familia...".

Otra vez tuve el sueño extraño...pero sólo recuerdo que aquella mujer estaba de espaldas hacía mí, negándose a mostrar su rostro, sólo su pelo parecía indicar como era.

Mientras aquellas personas, me observaban, yo trataba de recordar el sueño, mirando hacía la ventana no dejaba de pensar. Mi mirada fija no se movía, ni siquiera cuando algunas linternas me alumbraban las pupilas y las retinas sudaban de calor.

De pronto me levanté rápidamente, todo asustados delante mío, se echaron hacía atrás. Sus rostros estaban blancos, como las sábanas de mi cama, algunos incluso tenían muecas como las que se prducen cuando alguien tiene una impresión muy fuerte. Al levantarme cayeron varios cables, y sentí tirones en mis brazos, aunque casi imperceptibles, a la altura de las muñecas y los codos.

Nadie se movía, a una mujer joven completamente de blanco, se le cayó su cuadernillo de apuntes, el cual quedó a mis pies.

Sin pensarlo lo tomé para leer lo que había escrito...para tratar de entender.

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

Mirando la Utopía

Y seguimos esperando algo mejor...pero no hacemos nada por ello...sólo nos sentamos a esperar que otros comiencen...
Y cuando algunos han comenzado...vemos que el camino es sinuoso, entonces mejor nos hacemos los incapaces, cubriendo con lágrimas nuestra vergonzosa cobardía.

Pájaro Nocturno

El cañon en la sien XIV (XV)*

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
Me reincorpore rápido, la adrenalina hace que todo sea más eficiente, acelerado, agudizado. Por es hay adictos al peligro, porque en realidad son adictos a la adrenalina, a las sustancias químicas de su propio cuerpo, expelidas en momentos donde el miedo hace su trabajo más importante, hacernos valorar la vida, aunque sea inconscientemente.

De pie frente a los encapuchados y el "traidor", me quedé pensando un rato.

-¿Quiénes somos?

-¿Qué mierda? ¿Tienes otra de tus alucinaciones nocturnas? Estás despierto. Dale algo para la borrachera.

-!No estoy borracho estúpido¡ Sólo dime ¿quiénes somos? pregunté

-AG-79, grupo táctico Dragón.

-¿Grupo táctico? ¿Táctico de qué?

-Sabes las reglas, mientras esté vivo el traidor...dijo el de voz ronca.

-¿Por qué es traidor?

-Información...

-Quitenle la capucha ahora, ordené.

Silencio total, ninguna se movía alrededor del fuego, ni siquiera el "traidor", todo estaba congelado, como siempre, estático. Me acerque yo mismo al prisionero, tome el pasamontañas desde arriba y procedí a quitarselo. Al estar cerca, pude notar que era una mujer.

Un largo pelo se desplegó al sacar el pasamontañas, la cabeza hacía abajo me impedía ver el rostro de la ahora traidora...

-Mirame a la cara, ordené con fuerza.

Lentamente, la mujer comenzó a levantar su cabeza, pero aún no podía ver su rostro...

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

*http://raphaela-angel.blogspot.com/2006/04/el-can-en-la-sien-xiv.html

Libertad

"Aún soy libre, aún no tengo celular, el GPS del ser humano"...Pájaro Nocturno.

El cañon en la sien XIII

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

-El diagnóstico es definitivo, el paciente sufre de Narcolepsia.
-¿Estás seguro?
-Si, las pruebas y exámenes realizados indican eso. Sin embargo, parece tratarse de un cuadro clínico no convencional.
-¿Cómo? ¿A qué te refieres con eso?
-No sólo presenta cuadros de cataplejía agudos con perdida de conciencia, sino que también ha manifestado cuadros que podríamos considerar catalépticos, a veces con perdida de conciencia. Además, cuando duerme, parece estar en constante estado REM. Los electroencefalogramas indican que su actividad cerebral no cesa nunca, tiene sueño paradójico. Es como si no durmiera nunca.
El sueño de la razón produce monstruos…
Siento voces a lo lejos, pero parecen estar cerca. Siento mis párpados pesados como portones de acero, como cuando se ha dormido mucho y el sueño parece no ser suficiente. Trato de abrir mis ojos, una eternidad. A pesar de lo sensibles que están a la luz, puedo divisar dos siluetas a contraluz, murmurando.
Tengo en la mente una sensación extraña, algo ronda mi cabeza, parece ser algo que soñé. Si, es algo que deliré. Después de años sin recordar un sueño, éste lo tengo muy claro en la mente.
Mi nombre era Harry, mi acompañante era una hermosa mujer, pero no podía verle el rostro, parecía un ángel. A orillas de un acantilado mirábamos el mar, parecía que planeábamos por el océano, apreciando desde lo alto, la belleza del horizonte. Cada cierto tiempo, ella me hablaba, pero al tratar de mirarle el rostro, su pelo lo cubría absolutamente. ¿Por qué no podía ver su cara?
Me sentía como Icaro, que por ambición, por querer tocar el sol, cayó en desgracia. Mi bella cómplice, Armanda, tranquila seguía mirando el horizonte, cuando de pronto voló lejos…y quedé sumido en el misterio.
Que extraño sueño…al menos lo recuerdo…
Aún me siento mareado, y el sueño comienza a apoderarse de mí de nuevo…

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

Con el cañon en la sien XII

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

El tiempo es inmedible, sólo existe en nuestros cálculos mentales, el reflejo de nuestro miedo al futuro, a lo incierto, a lo que viene sin ser visto, el tiempo es sólo una forma de marcar el transcurso de nuestra agonía iniciada al momento de nacer. Hay instantes en que decidimos el transcurso de todo, de nuestras existencias, de la de otros en fracciones de tiempo. Segundos de omnipotencia, pero sin ser todopodersosos, sino que víctimas de las circunstancias, de los dados de dios quizás, de las estructuras sociales o de las realidades ficticias. A veces, congelados de cuerpo, la mente funciona mejor, como hijos del Vesubio, petrificados, la mente se expande, se libera de la prisión física del cuerpo, se filtra por los poros, por las fosas nasales, por todos lados. La instropección permite escuchar todo lo que no podemos y no queremos escuchar de nosotros mismos, también hacer y decir lo que nunca soñamos. La mente no conoce el tiempo ni el espacio, pues no existe el transcurso del tiempo en ella.

Levanté mi mirada, más erguido, no pronuncié ninguna palabra. ¿Qué hacemos con el traidor? preguntó uno de los ahora encapuchados. No sé en qué momento se habían encapuchado, incluso al que llamaban traidor y que seguía amordazado.

-Maténlo, pronuncié casi irracionalmente. !Maténlo y ocultenlo rápido, el tiempo se acaba¡ agregué sin problemas. ¿Qué había dicho? Ya lo había dicho, pero cómo. Me sentí mareado.

Sólo alcance a escuchar a lo lejos, ¿Qué te pasa ahora?...
Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

La humildad

"La clave de la sabiduría, el poder y el conocimiento, es la humildad..."

mi partner Hemingway

Con el cañon en la sien XI

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
No hay luz al final del pasillo. ¿Donde busco? No hay salida posible en el laberinto del Minotauro. Cada cual puede ser éste o Icaro. Condenados ambos, por sus propias existencias. No hay salida. Me siento aturdido, todo se desvanece a mi alrededor...

-!Aquí tenemos al traidor¡ dijo la voz misteriosa. Otra vez la escuchaba ¿donde estaba mi mente hace un rato? Parece que me quede en blanco por algunos segundos. ¿Se refería a mi como el traidor? Lo más probable, yo no les conocía y de rodillas en aquel lugar, frente al fuego, mi posición era de absoluta debilidad, de subyugamiento, de condena.

El rostro al otro lado del fuego me miraba, yo también, desafiantes, a pesar de mi posición de sojuzgamiento, no le temía, sentía que yo tenía el control de toda la situación. Trataba de reconocerle, pero no podía recordar esa cara. De pronto aquel rostro enarboló la siguiente frase directamente hacía mí: ¿Qué hacemos con el traidor? Ante mi falta de respuesta, reiteró: ¿Qué hacemos con el traidor?

Mis estertores volvieron de inmediato, no podía entender nada. Por qué me preguntaban a mi y cómo me conocían. Porque parecían conocerme. No estaba tan borracho como para no entender lo que decían. Pero estaba en blanco.

- ¿Qué hacemos con el traidor? me pregunto el de rostro misterioso y luego dijo:

!Traiganlo¡

Detrás de mi escuche un forcejeo y algunos murmullos casi imperceptibles, no había gritos, sólo murmullos.

De pronto, me incorporé en forma automática. De pie, quede frente al tipo de rostro desconocido, detrás mío seis tipos, armados y uno de rodillas, amordazado, todos alrededor del fuego...

Continuará...*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.

Con el cañon en la sien X

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos
Despierto en medio de la noche, trato de incorporarme pero las sábanas pesan toneladas. A lo lejos puedo escuchar música, un coro que dice:

Look! Everything's spinning*... Imaginen esa canción, no sabía que entendía el inglés. No puede haber esa música en un hospital, no puede ser. ¿Donde estoy? ¿De donde viene esa música? No hay nadie cerca para preguntar, estoy solo en medio de la noche. La extraña silueta en la ventana ya no está. ¿Cuántos días llevó aquí encerrado? No sé, pero deben ser varios por mi olor. No recuerdo mucho, sólo aquel rostro escalofriante...¿el de mi vecina?

Todo da vueltas vertiginosamente al ritmo de la música, me siento mareado, todo gira, la cama está sobre mi cabeza, pero aún siento las pesadas sábanas, el cielo está a mis pies, puedo flotar en éste, mis brazos parecen estár despegados de mi cuerpo, veo todo blanco, no hay colores digeribles. Me he caído de la cama...he caído al infierno o ya llevó mucho tiempo aquí.

Camino fuera de la habitación, hace un poco de frío, la oscuridad es casi total en el pasillo, donde hay varias puertas cerradas, sin ventanas, muros blancos...tengo que saber qué pasa y por qué y cómo llegué ahí, pero la música sigue, enloqueciéndome, trastornándome...no me deja pensar y una voz baja sigue diciendo:

Don´t let me die with that silly look in my eyes*

Continuará...
*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios

*King for a day, Faith no more.

El cañon en la sien...IX

Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruos

Aquel rostro me era familiar, muy familiar, pero sentía mis rodillas débiles como para levantarme y ver mejor de pie. Me sentía mareado y con frío en la espalda. El frío de las madrugadas es muy penetrante, cala los huesos, el alma. Trate de centrar mi mirada, para asegurarme de que aquel rostro me era conocido, pero me costaba enfocar, todo daba vueltas. Mire por última vez. Era....

He despertado en una cama, estoy seguro que es de hospital, el sol pega en forma tenue sobre mi rostro a través de las persianas. Por la luz, supongo que es cerca del mediodía. La habitación es amplia, muy blanca, mis ojos los siento débiles, como cuando has dormido mucho y no puedes abrirlos. No veo a nadie cerca, ninguna enfermera, sólo una silueta oscura, mirando por la ventana, dandome la espalda. No puedo distinguir bien por el contraste entre luz y oscuridad. Como mi vida.

Trato de hablar pero no puedo...¿Por qué?

Continuará...

*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.