Francisco Goya, El sueño de la razón produce monstruosAquel rostro me era familiar, muy familiar, pero sentía mis rodillas débiles como para levantarme y ver mejor de pie. Me sentía mareado y con frío en la espalda. El frío de las madrugadas es muy penetrante, cala los huesos, el alma. Trate de centrar mi mirada, para asegurarme de que aquel rostro me era conocido, pero me costaba enfocar, todo daba vueltas. Mire por última vez. Era....
He despertado en una cama, estoy seguro que es de hospital, el sol pega en forma tenue sobre mi rostro a través de las persianas. Por la luz, supongo que es cerca del mediodía. La habitación es amplia, muy blanca, mis ojos los siento débiles, como cuando has dormido mucho y no puedes abrirlos. No veo a nadie cerca, ninguna enfermera, sólo una silueta oscura, mirando por la ventana, dandome la espalda. No puedo distinguir bien por el contraste entre luz y oscuridad. Como mi vida.
Trato de hablar pero no puedo...¿Por qué?
Continuará...
*Si quieres puedes sugerir qué pasa con nuestro protagonista...cada dos días saldrán los siguientes episodios.
5 comments:
Te confieso que me sentaré a leer este blog, con tiempo y paciencia , y trataré de emitir comentarios coherentes. Ahora si me surgwe alguna duda, te preguntaré, pero eso sí te advierto que soy media durazna.
Besos y nos vemos en otra insospechada visita.
Jorge, eres sorprendente. Me gusta tu estilo. A ver...no puedes hablar porque no te dejan los mostruos que llevas dentro. Te han atrapado, han sodomizado tu alma y se la quieren portar hasta el infinito. Estás entre la vida y la muerte pero tu mente no sabe ubicarse. Por eso está perdida y trata de reconvertirse para alcanzar la realidad. Saludos.
Hoy me he podido actualizar con los capítulos que no había leído...
Cada día está más buena esta historia...
siga, siga.
Saludos.
Vamos Jorge, me gusta la historia.
Un abrazo.
algunas veces me pasa lo mismo,nopuedo hablar.
Un susto.
Post a Comment