"En la Guerra, el Amor y el Juego, siempre puede haber dos tipos de personas, los buenos y los malos perdedores..."
Non Serviam
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
“PULCHRUM EST PAUCORUM HOMINUM” (La belleza es un privilegio)
Creacionista
- Jorge A. Gómez Arismendi
- Magíster en Ciencia Política. Filósofo político libertario.
Pienso, luego existo
-
▼
2006
(87)
-
▼
April
(14)
- Cazador
- Con el cañon en la sien XVII
- Con el cañon en la sien XVI
- En la Guerra, el Amor y el Juego
- Con el cañon en la sien XV
- Mirando la Utopía
- El cañon en la sien XIV (XV)*
- Libertad
- El cañon en la sien XIII
- Con el cañon en la sien XII
- La humildad
- Con el cañon en la sien XI
- Con el cañon en la sien X
- El cañon en la sien...IX
-
▼
April
(14)
Lecturas Interesantes
No plagies
Pensadores del mundo
3 comments:
Solía ser en los juegos ni buena jugadora, ni mala, sólo ser participante...
Hasta que el amor le dió a mis alas y quise ser unas de las mejores, péro a medida que seguía el juego, mientras más apostaba, numerosas eran mis pérdidas. Hasta que un buen día me dijo mi enajenado Dostoievski
- si juegas a la ruleta puedes quedar en banca rota-
¡en efecto! mis fichas a ganador en mis sofisticados casinos arrojaban números escandalosos. Encendí mi cigarró, tomé mi pluma e hice un cheque en blanco...
¡HA COMENZADO LA GUERRA!
Lo que hace un desquite en una noche de pasión numérica, mis ángeles empezaron a leer las cartas por mí, 3 de corazón, as de corazón, todo era color furía ¡la suerte ríe! mi algebra y mis círculos geométricos me denominaron la Reina de Corazones... Bueno la noche fué extremadamente larga...
En los salones imperiales hacíamos apuestas, y algunas eran inquietantes.
Los ventales en el oriente los abríamos de par en par y el aire daba señales de buena esperanza a nuestros espíritus, y la guerra santa era interpretada como justa aveces y enlistaban nuestras esperanzas y el amor nos cubría.
Por lo menos eso nos decían nuestros padres.
Estoy curioso con la inteligencia de Raphaela, no debe ser fácil unir los textos,
¡nos vemos Jorge!
Post a Comment